PASEO DE JULIO - Tango
Música e letra: Emilio Fresedo
Acompanhamento:
Ricardo, Barbieri e Aguilar
1928
Paseo de julio, tu vieja recova
Recuerda otras horas que no olvidé.
Sembraron ropas en tu vereda
Y en tus agencias pusieron miel.
Paseo de julio, saludo primero
De los forasteros que alegres van.
Rudos sus cuerpos como el acero
Buscando tierras que trabajar.
Y en esos café.ines, guardados entre sombras,
Soñaba un buen muchacho que quiso de verdad.
Y al son de los violines rimaba allí sus coplas,
Bebiendo a cada rato los sorbos de su mal.
Recuerdo que una noche muy pálido decía:
No sé qué hay en mi pecho, me falla el corazón.
Y aquella misma noche la novia que tenía
De un trazo había deshecho su dicha, su ilusión.
Paseo de julio, tu vieja recova
Recuerda otras horas que yo olvidé.
Sembraron ropas en tu vereda
Y en tus agencias pusieron miel.
Paseo de julio, saludo primero
De los forasteros que alegres van.
Rudos sus cuerpos como el acero
Buscando tierras que trabajar.
Tus arcos como un puente que pesan por sus años,
Tus luces de colores, tiraron mi ansiedad
Y así al pasar enfrente de aquél café el muchacho
Se me cruzaba entonces y quise preguntar.
Yo vi en la misma mesa que aquél siempre ocupaba
Un marínero amigo, que fijo me miró.
Y cuando la cerveza sus labios ya mojaba
Me dijo: fui testigo, murió el pobre de amor.
Recuerda otras horas que no olvidé.
Sembraron ropas en tu vereda
Y en tus agencias pusieron miel.
Paseo de julio, saludo primero
De los forasteros que alegres van.
Rudos sus cuerpos como el acero
Buscando tierras que trabajar.
Y en esos café.ines, guardados entre sombras,
Soñaba un buen muchacho que quiso de verdad.
Y al son de los violines rimaba allí sus coplas,
Bebiendo a cada rato los sorbos de su mal.
Recuerdo que una noche muy pálido decía:
No sé qué hay en mi pecho, me falla el corazón.
Y aquella misma noche la novia que tenía
De un trazo había deshecho su dicha, su ilusión.
Paseo de julio, tu vieja recova
Recuerda otras horas que yo olvidé.
Sembraron ropas en tu vereda
Y en tus agencias pusieron miel.
Paseo de julio, saludo primero
De los forasteros que alegres van.
Rudos sus cuerpos como el acero
Buscando tierras que trabajar.
Tus arcos como un puente que pesan por sus años,
Tus luces de colores, tiraron mi ansiedad
Y así al pasar enfrente de aquél café el muchacho
Se me cruzaba entonces y quise preguntar.
Yo vi en la misma mesa que aquél siempre ocupaba
Un marínero amigo, que fijo me miró.
Y cuando la cerveza sus labios ya mojaba
Me dijo: fui testigo, murió el pobre de amor.
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